El Juego de la Espera
Cuando finalmente la atrapó, Henry reflexionó sobre sus opciones. ¿Sería excesivo llamar a la policía por una persona de 90 años? Mientras caía la noche sobre la ciudad y una ligera lluvia comenzaba a caer, inhaló profundamente. Antes de dirigirse al restaurante para atrapar al ladrón de comida, solo tenía que esperar unas horas.
De vuelta en acción
Cuando eran la una de la mañana, Henry ya había partido hacia la ciudad. Al igual que la noche anterior, estacionó su auto lejos del restaurante y se apresuró hacia adentro. Se sintió aliviado al ver que la mayoría de las luces estaban apagadas cuando se coló en la cocina. Permaneció donde había estado la noche anterior, consciente de que volvería a suceder lo mismo.